En abril de 1983, a raíz del primer estudio estructural de puestos que realizó el Ministerio de Planificación y Política Económica en el Archivo Nacional, surgió un nuevo organigrama que integró a todas las personas colaboradoras que realizaban estas tareas y se conformó el Departamento de Conservación con las áreas de reprografía, publicaciones y restauración.

El avance en los cambios tecnológicos y la especialización del personal permitió que el Departamento de Conservación incluyera dentro de su perfil ocupacional una amplia gama de procesos como la restauración, fotografía, microfilmación, digitalización de diversos fondos documentales y formatos, así como la encuadernación de distintos documentos y en diferentes dimensiones.

Un elemento esencial que hace al Departamento de Conservación un referente en la región, es la visión a futuro para adaptarse paulatinamente a los avances tecnológicos, en combinación con las técnicas tradicionales, para realizar su trabajo en apego al control interno, la transparencia administrativa, la rendición de cuentas, el servicio de la información al ciudadano y el trabajo en equipo, todo con el fin de garantizar la conservación de su acervo documental para las actuales y futuras generaciones.

Actualmente el Departamento de Conservación está constituido por cuatro áreas documentales: Restauración, Encuadernación, Reprografía y Limpieza Documental. En los últimos 10 años, paulatinamente y a raíz de las restricciones presupuestarias impuestas por los gobiernos de turno, el Departamento de Conservación ha ido renovando su personal, el equipamiento tecnológico (haciendo grandes esfuerzos) y mejorando los procesos de trabajo para poder brindar un servicio más óptimo a la ciudadanía. Adicionalmente, ha hecho convenios de cooperación con las universidades públicas del país, con el objetivo de profesionalizar algunos de sus procesos de trabajo y emprender proyectos de conservación documental de interés mutuo.